Juan Dario Pinilla

Tortugas del Pacífico

Bahía Solano, Colombia

Hace siete años nació Tortugas del Pacifico, una organización sin ánimo de lucro encargada de la protección de tortugas marinas en la playa Cuevita, ubicada en el corregimiento El Valle en Bahía Solano, Chocó, Colombia.

Esta iniciativa, es familiar y están involucrados todos los miembros del núcleo familiar. Los mayores, se encargan del monitoreo y recolección de huevos durante la noche y madrugada, mientras que los pequeños han ido aprendiendo y hoy algunos son capaces de dar charlas a los visitantes sobre la labor que llevan a cabo y también sobre las diferentes especies de fauna que llegan a esta zona.  Actualmente, ayudan 4 especies de tortugas marinas; Golfina, Carey, Verde y Negra.  Para ellos, este trabajo es generacional y crear conciencia en los pequeños es la mejor herramienta para el futuro de estas especies.

Las acciones que realizan son:

  • Recolección y traslado de los nidos a un lugar seguro en el que se incuban y permanecen los huevos hasta que nacen las tortugas y son liberadas.
  • Liberación controlada de tortugas, lo que aumenta el porcentaje de tortugas que logran sobrevivir, pasando del 1% de cada 100 a al menos 7% de cada 100.
  • Capacitación a personas locales y foráneas sobre la conservación.
  • Concientización sobre la importancia de las tortugas en el ecosistema marino.
  • Protección de las tortugas.
  • Denuncia a las personas que aún consumen, comercializan o compran huevos u objetos derivados de las tortugas.
  • Control y registro de las tortugas que llegan cada año, la cantidad de huevos recolectados, la cantidad de tortugas liberadas, la cantidad de cada especie y otros datos.

Su labor es de 365 días al año y consideran que cada nido de tortuga es valioso sin importar la cantidad de huevos que puede tener. Lo que esta familia hace por la fauna va mucho más allá de sus capacidades y recursos económicos, pues para ellos, esta labor llena sus almas y lo seguirán haciendo hasta que las poblaciones de tortugas aumenten y ya no necesiten ayuda para su conservación.  Su labor es pura pasión y amor por la naturaleza con el objetivo de lograr el equilibrio del ecosistema marino.